La cifra pasó algo desapercibida, pero no para el mundo de los economistas, los que le toman el pulso al Producto Interno Bruto (PIB). En el primer trimestre, último dato oficial disponible, el PIB -en relación al cuarto trimestre de 2014- retrocedió un 0,5 %. Quizá un pequeño resbalón, pero que prendió las alarmas.
Lo dicen dos exministros de Finanzas, Francisco Swett y Mauricio Pozo a Diario EXPRESO. Swett incluso ve asomarse a una estanflación (una mezcla de estancamiento e inflación), un diagnóstico aún prematuro para Pozo; pero los dos coinciden en que la siguiente escena es más liosa: la economía habría retrocedido, según ellos, otra vez el segundo trimestre del año y eso -según el FMI- ya es técnicamente recesión (hay organismos que califican de contracción económica, si se extiende a dos semestres consecutivos o un año).
Se han juntado todos los sabores para un coctel amargo: bajó la inversión, subieron los precios y cayó el empleo (al menos el adecuado, el que le asegura a los hogares más bienestar). Todo ha ocurrido este primer semestre. Aunque en julio, según el INEC, la inflación decreció lo que sería, paradójicamente, un síntoma más malo que bueno. Cuando los precios caen, es porque los empresarios intentan vender más, ante una baja del consumo, pero luego como no recuperan sus inversiones, ajustan su plantilla. Y así el hacha recae sobre los hogares. Los empresarios maniobrarían recortando el personal, explica Swett. Pozo predice el mismo comportamiento del pasado segundo semestre, del que aún no hay datos: los precios seguirán cayendo o se desacelerarán, porque la demanda agregada, se habría contraído. Y eso tiene inquietos a los agentes.
¿Hay tratamiento? Ambos exministros apelan a la misma boya: confianza. Que el Gobierno eche sobre la mesa reglas claras, porque nadie invierte en un contexto de incertidumbre. Ya el problema pasa por el petróleo. Es una gran parte de empresarios que han retrasado sus inversiones y eso pausa el dinamismo, aunque el Gobierno haya aclarado que los capitales siguen encendidos.
La caída de la liquidez, y de cierta manera ya predicha por el descenso de los depósitos, es otra premonición. El mismo Banco Central, pronostica que luego del descenso en los ahorros, el PIB cae un periodo después, según Iván Rivadeneyra, director del Centro de Investigaciones Económicas de la Espol. Hasta tanto, hay que ver qué publica el Central.
Pero la buena noticia fue que, el primer trimestre de este año, en relación al de 2014, el PIB se pegó un estirón del 3 %.
Fuente: Expreso