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Hace un año y medio, Betty N. hizo un préstamo bancario para remodelar su casa, en Guayaquil. El préstamo de USD 5 200 a tres años comenzó a pagarse con normalidad, hasta que se quedó sin trabajo. “Todavía debo 4 000 con los intereses y no he podido refinanciar, porque me dicen en el banco que no lo puedo hacer mientras no tenga una fuente de ingresos”, cuenta esta joven que laboraba en una institución pública.

El incremento del desempleo y el deterioro de la calidad del empleo existente a escala nacional, según analistas, están atados al incremento en los niveles de morosidad de crédito, lo cual se refleja este año en el sistema bancario. Según datos del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC), la tasa de desempleo nacional se ubicó en 4,28% en septiembre de este año frente al 3,90% en igual mes del 2014; mientras que el empleo inadecuado, que incluye subempleo y empleo no remunerado, creció 2,14 puntos porcentuales en comparación con el año anterior.

“Una persona deja de pagar un crédito al banco no por voluntad. Este año aumentó en 50 000 el número de desempleados y las fuentes de empleo adecuado se redujeron en unos 10 000”, dice José Hidalgo, analista de Cordes. Según el experto, el incremento en la morosidad del crédito de consumo es una consecuencia directa del menor nivel de actividad, que se refleja en insuficientes plazas de empleo generadas en los sectores privado y público. “Las personas que ven reducidos sus ingresos no están en capacidad de pagar al banco”.

De acuerdo con datos de la Superintendencia de Bancos, la tasa de morosidad de crédito de consumo es la más alta en términos interanuales si se compara con los otros segmentos como vivienda, microempresa y comercial. La morosidad en este segmento creció de 6,25% en octubre del 2014 a 7,87% de ese mismo mes del 2015. Aunque no existe un porcentaje ideal de morosidad, Hidalgo explica que en los años en que la economía del país creció, el porcentaje en este segmento era del 5% aproximadamente.

Gonzalo Vivero, gerente de la Cooperativa de Ahorro y Crédito 29 de Octubre, reconoce que este año los clientes en el segmento de crédito de consumo, que representan el 60% de la cartera, están presentando más problemas para cumplir con sus obligaciones. “Ellos aducen que han perdido el trabajo o que no les alcanza el dinero para pagar sus cuotas. Hay muchos requerimientos de clientes para tratar de reestructurar sus deudas y alargar el plazo de pago, hasta tener más estabilidad laboral”.

En este escenario, César Robalino, presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ABPE), explica que aunque este incremento es preocupante, “la banca tiene reservas suficientes. Actualmente existe un monto de USD 1 339 millones de reservas en lo que se denomina provisiones de cartera improductiva. Esto es altamente positivo y representa uno de los indicadores que demuestran la solvencia de la banca”, dice.

La morosidad del crédito comercial (otorgado a personas naturales obligadas a llevar contabilidad o a empresas con ventas superiores a USD 100 000) también presenta un incremento este año, pero el más acentuado corresponde al crédito otorgado por bancos pequeños, que pasó de 1,75% en octubre del 2014 a 3,61 este 2015, según los datos de octubre de la SB.

En este escenario, añade Robalino, el control para evitar un mayor deterioro de la cartera es intenso y “es posible que algunos clientes se molesten por los mecanismos que se usan para el cumplimiento de sus obligaciones”. A vísperas de la época de alto consumo por Navidad y Año Nuevo, Patricia Calle, coordinadora de educación financiera de Mutualista Pichincha, hace algunas recomendaciones para evitar endeudarse más allá de sus capacidades y caer en mora.

Calle resalta que en estas fechas es importante optar por los pagos en efectivo más que el crédito para evitar que las deudas crezcan por intereses. Además, comenta que no se debe gastar más de lo que se percibe en ingresos.

Si la compra no se hace con dinero en efectivo es clave elaborar un presupuesto tomando en cuenta los ingresos fijos con los que se cuenta para los pagos posteriores, de lo contrario, “se terminará gastando más de lo pensado”. Añade que es importante calcular con anticipación la capacidad de pago de los siguientes meses.

Fuente: El Comercio